May 28, 2020
Las 10 claves de la rutina de Chris Evans
Lo normal cuando te vas a quedar sin camiseta delante de la cámara es definir y perder peso con un agresivo plan nutricional, pero en el caso de Evans fue diferente: él tenía que ganar peso.
“TENGO UN METABOLISMO MUY ACELERADO, Y PARA MÍ PERDER PESO NO SUPONE UN ESFUERZO, PERO PONERSE MÁS FUERTE CONSISTÍA EN COMER MÁS, FUE DESPIADADO”.
El actor explicó que tenía una rutina inquebrantable para cada día de la semana, donde la pechuga de pollo y arroz integral se convirtieron en sus grandes compañeras al grado de no querer mirarlas una vez concluido el proyecto.
Su entrenador confesó que la mayoría de ejercicios no tenía una gran imaginación ni misterio: mucho levantamiento de peso muerto, sentadillas y press de banca, ideal para lucir ese pecho que Capitán América reclama. Las dominadas también tenían protagonismo.
Los entrenamientos de las estrellas para este tipo de papeles suelen estar basados en muchas repeticiones y poco peso. Sin embargo, Evans y su preparador optaron por todo lo contrario, unos ejercicios agotadores con mucho peso que hicieron al actor odiar el gimnasio por un tiempo.
La rutina de Chris Evans se basó en dividir la semana en grupos musculares, y se incluía entrenamientos de espalda y pierna.
El calendario de Evans, según Super Hero Jacked, consistía en entrenar durante 5 días seguidos y descansar el fin de semana. Y nada de entrenar más de un grupo muscular al día, el objetivo se centraba en darle a cada uno su protagonismo: piernas, espalda, pecho, brazo y core.
El entrenador de Evans aceptó determinadas frutas, como las moras, bajas en calorías, y las manzanas, fáciles de consumir aunque seas un hombre muy ocupado.
No es raro que antes de las competencias (o en este caso una película), las estrellas comiencen un plan de seis a 7 comidas diarias. En el caso del Capitán América, fueron seis, dos de ellas dedicadas al pre y post entrenamiento.
Si se aburría del pollo, en alguna ocasión fueron permitidas los batidos y las bebidas energéticas. Todas bien analizadas y proyectadas para mantener su régimen alimenticio a raya.
Además de agarrarle odio a la pechuga de pollo, Evans aumentó la ingesta de proteína con pescado magro, especialmente el azul.
Redujo los carbohidratos al máximo, incluso cuando son el combustible para el gimnasio. A parte del arroz integral y la fruta, nada era aceptable.
Con información de www.menshealthlatam.com
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